La European pet food industry informa que en España se registraron casi 4 millones de gatos domésticos en 2020. La mejor alimentación de los gatos es la comida mixta, es decir, combinar pienso seco y húmeda.
Los expertos explican que la alimentación húmeda ayuda a aumentar el consumo de agua y mejora el estado de hidratación del animal.
“Los gatos son propensos a padecer problemas del tracto urinario y la comida húmeda puede ayudarles a prevenir este tipo de patologías”, explica Beatriz Martínez, veterinaria experta en nutrición del Hospital Veteralia Movet.
El alimento seco permite que el gato se sacie, ya que es importante prevenir el sobrepeso y la obesidad. Hay que apostar por los alimentos que sean completos y que les aporten todos los nutrientes necesarios. Para que no suba de peso respeta las raciones y las calorías que el animal necesita.
«El ejercicio es primordial para evitar la obesidad. Procura que se mantenga activo jugando con él a distintos entretenimientos, como juguetes, pelotas, perseguir objetos o luces proyectadas en el suelo. Así estará más entretenido y en buena forma», informa el diario La Vanguardia.
Además, los secos mejoran la salud oral y el control del sarro. “Lo ideal es combinar ambas dietas, la seca para una mejor conservación y comodidad y la húmeda para seguir estimulando su apetito con texturas sabrosas, además de para compensar esa posible falta de hidratación, y también en casos especiales de enfermedad o edad del felino”, dice la veterinaria.
Los expertos en nutrición felina aconsejan que la comida húmeda sea de alta calidad y completa. En el mercado puedes encontrar bocaditos en salsa, filetes, patés, etc.
Si no sabes cuánto darle de seco y cuánto de húmedo, lo mejor es consultarlo con el veterinario, porque las cantidades dependerá de su estilo de vida, peso, actividad y composición del alimento.
No es recomendable mezclar el alimento seco con el húmedo, porque la comida húmeda se deteriora más rápidamente, así que si la dejas en el bol durante mucho tiempo no se conservará en buen estado, ya que los gatos comen poco.
En algunos casos, sí puedes mezclar húmedo y seco, pero es mejor hacer la prueba con pequeñas cantidades. Los expertos explican que el gato puede probar la comida húmeda desde pequeño.
Es muy importante que mantengas su comedero limpio, porque muchos gatos rechazan comer en un recipiente que contenga restos de comidas anteriores.
Los gatos prefieren comer tranquilos y sin público. Un dato muy curioso es que una comida húmeda y fría no desprende aroma y un gato no se come lo que no puede oler.
«Puede hacer que los alimentos sean más apetecibles calentándolos hasta que se atemperen para que desprendan su aroma y provoquen el apetito de tu gato», afirma el veterinario Roger Catalán Bravo.
Si notas que tu gato duerme en exceso o no come, es recomendable que consultes al veterinario, porque puede indicar la aparición de una alergia o de otra enfermedad más grave.
¿Cuáles son las frutas y verduras que puede comer?
Tu gato también puede comer frutas y verduras porque refuerzan su sistema inmunológico, fortalecen la salud del animal y mejoran la salud intestinal.
Aunque no deben superar el 5% de su ingesta diaria, porque aportan hidratos de carbono y azúcares. Antes de darle frutas y verduras, es importante que estén muy bien lavadas para eliminar cualquier resto de suciedad o pesticidas.
Es mejor que estén peladas, cortadas en pequeños trozos, sin pepitas y sin el tallo, para evitar atragantamientos. Los profesionales de Naya Clínica Veterinaria explican que las frutas recomendadas para gatos son: fresas, mango, arándanos, frambuesas, papaya, pera, piña, manzana, melocotón, melón, plátano y sandía.
Las verduras recomendadas para gatos son: brócoli, calabacines, acelgas, boniatos cocinados, calabaza, espinacas, lechuga, patata cocida, guisantes, tomates maduros, zanahorias, judías verdes, pepino y remolacha.
La mayoría de los vegetales puedes dárselos crudos, sin embargo, el boniato y la patata es mejor que estén cocidos previamente, pero sin aceite, sin sal ni ningún condimento.
Si vas a dar frutas y verduras al animal es aconsejable ofrecérselas de una en una, pero si el gato sufre alguna reacción alérgica o indigestión, deberías acudir al veterinario.
Los alimentos que no puede comer tu gato son:
–Dulces: El azúcar no es bueno para la salud de los gatos.
–Cereales: Puede comer cereales, pero en la cantidad justa para que no les causen problemas gástricos o digestivos.
–Cítricos: Comer naranja o limón puede causar problemas estomacales.
–Uvas: No puede probar las uvas, porque pueden causa fallos renales.
–Alcohol: Cualquier bebida alcohólica puede provocar intoxicaciones, incluso, la muerte.
–Café: Esta bebida provoca deshidratación, vómitos, diarrea y úlceras.