Cuando escuchamos las palabras “artículos eróticos”, muchos de nosotros nos sentimos incómodos, como si estuviéramos entrando en terreno prohibido o fuera de lugar. ¿Te ha pasado? A mí sí, ¡casi siempre! Y eso tiene una explicación: nos han enseñado a evitar el tema, a verlo como algo tabú, sucio o simplemente innecesario.
Pero, ¿Qué pasaría si te digo que hablar de estos productos con naturalidad podría ser una herramienta educativa para conocernos mejor, romper prejuicios y fomentar relaciones más saludables?
¿Por qué hablar de artículos eróticos en educación?
Primero, hablemos del porqué. Si te pregunto cómo aprendiste sobre sexualidad, ¿Qué me dirías? Probablemente me hables de esas charlas incómodas en el colegio que apenas rascaban la superficie, o de información confusa que sacaste de Internet, amigos o incluso películas. Lo que casi nunca ocurre es que alguien reciba una educación sexual completa, abierta y sin prejuicios. Y ahí es donde los artículos eróticos pueden jugar un papel fundamental.
Comercial Apra, especializados en la distribución al por mayor de artículos eróticos, me explicaron que estos productos no solo son herramientas para el placer personal (que también es válido), sino que pueden ayudarnos a entender nuestro cuerpo, nuestra respuesta sexual y nuestras emociones de una manera mucho más práctica y saludable.
Por ejemplo, los juguetes como los vibradores o los anillos de placer también ayudan a quienes tienen dificultades para alcanzar el orgasmo o sufren algún tipo de disfunción sexual.
La importancia de la educación sexual integral
En consecuencia, una educación sexual integral es fundamental para fomentar una sociedad más informada, respetuosa y saludable. Sin embargo, muchas veces la educación que recibimos es incompleta, y se limita a unos pocos aspectos y deja de lado temas importantes como el autoconocimiento y la exploración del placer. Esto genera confusión y, en algunos casos, dificultades para desarrollar una vida sexual saludable y plena.
Hablar abiertamente sobre la sexualidad, incluidos los productos eróticos, es una forma de promover el entendimiento de que el placer y el disfrute son parte natural de la vida. Los artículos eróticos no deben verse como algo exclusivo de una subcultura, sino como herramientas que cualquiera puede usar para mejorar su bienestar. De hecho, muchas veces se perciben como una opción que solo está disponible para quienes buscan “experiencias extremas”, pero lo cierto es que pueden ser útiles en muchos otros contextos, como la terapia sexual, la mejora de la intimidad de pareja o simplemente para conocerse mejor a uno mismo.
Además, la educación sexual integral permite a las personas reconocer que la sexualidad es diversa y que no hay una única forma correcta de experimentarla. Cada individuo es único, y lo que le funciona a uno no necesariamente será adecuado para otro. Es crucial que las futuras generaciones tengan acceso a una educación completa y abierta, que incluya todos los aspectos del ser humano: la biología, las emociones, las relaciones y el consentimiento. Esta es la clave para crear un entorno donde las personas se sientan cómodas explorando su sexualidad sin miedo a los juicios o estigmas sociales.
Normalizar el tema es el primer paso
Cuando hablo de esto con mis amigos o familiares, las primeras reacciones suelen ser risas nerviosas o comentarios como “¡Eso no es para mí!”. Y, claro, es normal. Pero aquí es donde entra el trabajo de normalizar el tema. No estoy diciendo que todos tengamos que salir corriendo a comprar un vibrador (aunque, si quieres, hazlo sin miedo). Lo importante es entender que estos productos no son solo para “expertos” o “aventureros”. Son para cualquiera que quiera conocerse mejor y tener una relación más sana consigo mismo y con los demás.
Un ejemplo claro es cómo los productos eróticos han evolucionado para incluir todo tipo de diseños y funciones. Ahora encuentras desde opciones discretas hasta herramientas pensadas específicamente para terapias sexuales. Es impresionante ver cómo la tecnología también se ha unido a este campo, con aplicaciones móviles que te permiten personalizar la experiencia según tus necesidades.
¿Cómo integrarlos en la educación sexual?
Sé que esto puede sonar raro al principio, pero los artículos eróticos pueden ser una herramienta didáctica para hablar de temas más amplios:
- Conocimiento del cuerpo: Los juguetes como los modelos anatómicos (muchos de los cuales vienen en forma de juguetes eróticos) pueden ayudar a entender mejor las zonas erógenas y su función.
- Comunicación en pareja: Hablar sobre estos productos puede ser una forma de abrir diálogos sobre deseos, límites y expectativas, algo fundamental en cualquier relación.
- Diversidad sexual: Los productos eróticos no tienen género ni orientación sexual, lo que los convierte en una forma inclusiva de hablar sobre diferentes tipos de placer y relaciones.
- Salud sexual: Algunos artículos, como los lubricantes o las copas menstruales (que a veces se incluyen en este ámbito), son esenciales para promover prácticas sexuales saludables y evitar molestias.
El uso de juguetes sexuales como autoexploración
Los juguetes sexuales no son solo para personas que tienen pareja o buscan nuevas experiencias. Pueden ser un excelente recurso para la autoexploración, algo que todos deberíamos considerar como parte de nuestro bienestar general. Conocer nuestro propio cuerpo, saber qué nos gusta, qué nos excita y qué nos resulta placentero, es fundamental para desarrollar una vida sexual plena. Además, para muchas personas, especialmente aquellas que atraviesan dificultades para alcanzar el orgasmo o que sufren disfunciones sexuales, estos productos pueden representar una forma de redescubrir su sexualidad de manera más inclusiva y sin presiones externas.
Los productos de este tipo han avanzado mucho en diseño, materiales y funciones. Ya no se trata de juguetes que se limitan a un único tipo de uso o estética. Actualmente, existen opciones discretas, ergonómicas, intuitivas y diseñadas para todos los niveles de experiencia. Esto significa que no importa si eres principiante o si ya tienes experiencia, siempre habrá algo adecuado para ti. De hecho, incorporar estos productos en tu vida no solo tiene beneficios a nivel físico, sino que también puede ayudarte a mejorar la autoestima, reducir la ansiedad y mejorar la intimidad en las relaciones.
El camino hacia la autoexploración es personal y único, pero usar herramientas como los juguetes sexuales puede ser una de las maneras más eficaces de aprender a conectar con nuestro cuerpo de una forma saludable y sin tabúes.
Mi primera experiencia explorando estos productos
Voy a contarte algo personal. Hace unos años, me encontraba en una tienda de artículos eróticos por primera vez. No sabía ni por dónde empezar. Todo me parecía extraño y abrumador, pero también tenía curiosidad. La persona que atendía fue clave: me explicó para qué servía cada producto, cómo se usaban y, lo más importante, me dejó claro que no había preguntas tontas.
Ese día aprendí que no necesitas ser un “experto” para entrar en este mundo. Hay productos para principiantes, intermedios y avanzados. Pero lo que más me marcó fue darme cuenta de que no había nada de qué avergonzarse. Era una parte más de mi educación como persona.
Desde entonces, he probado algunos productos y he hablado con mucha gente sobre sus experiencias. Todos coincidimos en algo: descubrir y explorar estas herramientas te hace sentir más conectado contigo mismo.
Los tabúes culturales son un obstáculo que debemos superar
Aunque hemos avanzado mucho, todavía queda un largo camino para quitarle el estigma a los artículos eróticos. En muchas familias, este tema ni siquiera se menciona. Y si alguien lo hace, se enfrenta a miradas de desaprobación o silencios incómodos.
Pero piensa en esto: ¿no sería maravilloso que las futuras generaciones crecieran sin estos tabúes? Que aprendieran desde jóvenes a conocerse y respetarse, en lugar de sentirse avergonzados por su sexualidad.
Un buen ejemplo de este cambio es cómo algunos colegios y universidades ya están incorporando temas como el consentimiento, la salud sexual y la diversidad en sus programas educativos. Imagínate si también incluyeran herramientas prácticas, como los artículos eróticos, para complementar esta formación.
Consejos para empezar (sin miedo ni vergüenza)
Si este tema te parece interesante pero no sabes por dónde empezar, aquí van algunos consejos:
- Infórmate: Hay muchísima información disponible en blogs, libros y vídeos educativos. Busca fuentes fiables y empieza por ahí.
- Empieza pequeño: Si decides probar algún producto, elige algo sencillo y fácil de usar. No necesitas ir por lo más avanzado desde el principio.
- Habla del tema: Encuentra a alguien con quien te sientas cómodo para hablar de esto. Puede ser tu pareja, un amigo o incluso un profesional.
- No te compares: Cada persona es diferente. Tómate tu tiempo para descubrir qué te gusta y qué no.
Un cambio necesario
Es hora de dejar atrás los prejuicios y empezar a ver estos productos como lo que realmente son: herramientas para el autoconocimiento, la salud y el bienestar.
La próxima vez que escuches hablar de artículos eróticos, quizá no te sientas tan incómodo. Y quién sabe, tal vez te animes a explorar este mundo por ti mismo. Lo importante es que lo hagas sin miedo ni vergüenza, porque al final del día, conocernos mejor siempre será un paso hacia adelante.