El otoño, para las familias, es tiempo de compras. Los que somos padres sabemos que los meses siguientes al final de las vacaciones debemos invertir dinero en mantener al día a nuestros hijos. Ya no es solo que compremos el material escolar para la vuelta al cole, también debemos preparar la ropa para el invierno. No es un capricho, es una necesidad. Todos los otoños hay que comprar ropa. Bien porque se ha ido desgastando con el uso o porque se ha quedado pequeña. En el armario de nuestros hijos, las sudaderas son una pieza básica que nunca puede faltar.
Hay padres que realizan la mayor parte de las compras antes de que empiece el colegio. Aprovechan la compra de los libros de texto y el material escolar, para reponer la ropa que deberán ponerse los niños para ir a la escuela. Otros se esperan un poco. Aguardan a que llegue el frío. Que cambie el tiempo. Pero tampoco pueden demorarse demasiado. ¿Qué poner a los niños a las 8 de la mañana, que siempre refresca? ¿Cómo vestirlos si amanece un día lluvioso? Aquí no hay que esperarse a las rebajas. Son compras con un sentido pragmático.
La ropa con la que vestimos a nuestros hijos a diario debe ser cómoda, por delante de bonita o elegante. En edad infantil los niños gastan un montón de energía: corren, juegan, saltan. No podemos ponerles ropa que limite sus movimientos.
Debemos atender al clima. No podemos vestirlos de manga corta si por las mañanas hace fresco, enfermarían. Tampoco podemos ponerles chaquetones y abrigos en octubre como si estuvieran en pleno invierno. Les sobra la ropa, terminarán quitándosela y posiblemente perdiéndola. Debemos ponerle prendas que puedan quitarse con facilidad y que las puedan guardar, sin que ocupe mucho sitio, en un sitio seguro, como la mochila.
Para acondicionar el armario de los niños necesitamos invertir tiempo. Justamente, el problema que tenemos los padres de hoy en día. Si ya nos cuesta organizar la jornada para llevar a los niños al colegio, para recogerlos, para ir a trabajar, para llevarlos un rato al parque, para bañarlos, darles de cenar, acostarlos… Imagínate ya, buscar una tarde entera para ir de compras con ellos.
Isa, que tiene un niño de 6 años, ha encontrado en internet a su aliado. Está acostumbrada a comprar ropa online para ella. Desde que es madre, ya no tiene tanto tiempo para irse de compras. Era un poco reticente a comprarle ropa al niño por internet. Su suegra y su madre insisten en que un niño debe probarse la ropa en un comercio físico, pero si a ella le ha funcionado el comercio online, por qué no iba a suceder lo mismo con su hijo. Ahora, las tiendas online dan facilidades para descambiar la ropa en caso de que no tengan el tamaño adecuado. Este año le ha comprado al niño dos sudaderas en «Blau i Rosa», una tienda online especializada en ropa infantil y de bebé. Las compró inmediatamente. Cuando, sacando la ropa del año anterior, se dio cuenta de que no tenía nada que poner al niño si refrescaba. Estas soluciones valen su peso en oro. Si no llega a ser por internet, el niño tendría que vestirse con jerséis que le vienen pequeños hasta que la madre encontrara un hueco para ir al centro comercial.
¿Cómo debe ser la ropa de los niños?
La revista para padres «Eres Mamá» señala que la ropa de los niños debe ser ergonómica. No debemos vestirlos con ropa demasiado ajustada, que no les deje libertad de movimiento, ni utilizar cinturones apretados que puedan hacerles daño.
Debe ser elástica y con sujeciones de goma. Una ropa informal y deportiva. Debemos partir de que la prenda ideal para un niño es el chándal. Pero claro, no podemos vestir a un niño con chándal todos los días como si fuera un parado de larga duración. Baste esta imagen como un punto orientativo. La ropa de nuestros hijos debe ser:
- Que les abrigue, pero que no les apriete. Tampoco debemos ponerles ropa que les venga demasiado grande. Al final les va a resultar incómoda. Es errónea esa visión que se tenía antes de comprarle a un niño una prenda dos tallas más grandes, para que le durara varios años. La ropa dura lo que dura.
- Fácil de poner y quitar. La ropa de los niños debe ponerse y quitarse con facilidad. No debe contener accesorios complicados. Debemos evitar cintas y cordones innecesarios. En este sentido, debemos comprarles prendas flexibles, que en el caso de que se abrochen, se haga por delante. Primando los botones automáticos sobre los de ojal.
- Tejidos naturales y transpirables. El material ideal para la ropa infantil es el algodón. Debemos evitar tejidos sintéticos, que no ofrezcan una buena transpiración y que puedan producirles irritaciones en la piel.
- La ropa debe aguantar el ritmo de vida de un niño. Los niños no están preocupados por cuidar la ropa. Les gusta estrenar atuendos y verse guapos, pero no van a dejar de jugar porque les han vestido de punto en blanco. Puedes ponerles unos zapatos preciosos, pero si tienen la oportunidad de darle unas patadas a la pelota o de subirse a un tobogán, no la van a desperdiciar.
- Colores y estampados divertidos. Cada vez se estila menos la ropa diferenciada por género. Prima la ropa unisex. Debemos vestirlos con colores vivos, que irradien la alegría y energía que tienen. Está comprobado que la ropa influye en el estado de ánimo de un niño.
Las sudaderas que les gustan a ellos.
Un aspecto importante es que debemos escuchar los gustos de nuestros hijos. Los niños no son muñecos que los podemos vestir a nuestro antojo. A ellos les gusta verse guapos y a la moda. Como sucede con nosotros, su ropa es una expresión de sus gustos y de su personalidad. Si vestimos a un niño a disgusto, eso se reflejará en su autoestima y en su manera de relacionarse con los demás.
Aunque no son tan exigentes como los adolescentes, es bueno escucharlos y recabar su opinión a la hora de comprarles ropa.
A las niñas y niños les gusta verse modernos. En cierto modo, su ropa emula el mundo de los adultos. Al menos, la parte que ellos ven más divertida e interesante. Su ropa debe estar en sintonía con los tiempos que viven. Nuestros hijos no visten como nos vestían nuestras madres.
Una cosa que les gusta mucho es llevar camisetas y sudaderas con el estampado de sus dibujos animados preferidos. Para un niño, los dibujos animados que ven o los videojuegos a los que juegan son mucho más que un divertimento. Forman parte de su vida. Al vestir una ropa que hace alusión a ella, sienten que la ropa es una expresión de ellos mismos y se sienten identificados con ella.
En el mismo campo están las sudaderas que reproducen los colores o la equipación de su equipo de futbol preferido. Sobre todo al niño que les gusta el futbol. Es una manifestación de pertenencia a un grupo.
Las sudaderas que triunfan esta temporada.
La ropa de los niños también está sometida a modas y va variando a lo largo del tiempo. La revista Hola publica un artículo en el que describe las tendencias que se pueden apreciar en moda infantil para este otoño-invierno. Estos son algunos de los rasgos más destacados:
- Triunfa el “animal print”. Los estampados que hacen referencia a la vida animal salvaje están causando furor. Sudaderas de camuflaje o inspiradas en las manchas de un leopardo o en las rayas de una cebra se están dejando ver en los escaparates de ropa infantil. Es como concebir la vida diaria como una especie de aventura.
- Lentejuelas y brillos. Podremos ver este invierno una gran cantidad de jerséis y sudaderas, con un diseño básico, decoradas con detalles brillantes que seducirán a nuestros hijos. A los niños no les gusta pasar desapercibidos. Es una manera de recabar la atención de los adultos y de sus compañeros. Por otro lado, estos detalles, aportan a su indumentaria un toque que les evoca otros mundos llenos de magia y fantasía.
- Estilo deportivo. Aunque sea con unos vaqueros, a los niños les gusta llevar encima prendas deportivas, como sudaderas con capucha. Es una vestimenta que expresa una actitud dinámica y activa. La imagen de una persona en continuo movimiento. Algo que conecta con su propia naturaleza.
- Espíritu urbano. Zapatillas deportivas, pantalones vaqueros de pitillo y sudaderas de algodón siguen siendo el outfit predominante entre nuestros hijos. La imagen de unos jóvenes que se desenvuelven cómodamente en la ciudad. Con un aire moderno, desenfadado y cosmopolita. Todo esto, potenciado con diseños impresos en la parte delantera de las sudaderas basados en siluetas de la ciudad y mensajes frescos que parecen haber sido escritos en una pared con grafiti.
Las sudaderas son una de las prendas básicas del vestuario infantil. Procura actualizar las de tus hijos, para que se sientan cómodos llevándolas.